Un nuevo informe del Instituto McKinsey Global revela datos impactantes sobre el potencial de la inteligencia artificial generativa (IA) y su influencia en la economía global. Según el estudio, la IA generativa podría agregar hasta 4,4 billones de dólares anuales a la economía mundial, lo que representa aproximadamente el 4,4% de la producción económica total. Para poner esto en perspectiva, el PIB completo del Reino Unido en 2021 fue de 3,1 billones de dólares. Además, se predice que la IA generativa, incluyendo chatbots como ChatGPT, podría automatizar entre el 60% y el 70% del tiempo de trabajo de los empleados, lo que llevaría a la automatización de la mitad de todo el trabajo entre 2030 y 2060.

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Los números en la IA Generativa hablan por sí solos

McKinsey estima que la IA generativa podría agregar entre 2,6 billones y 4,4 billones de dólares en valor en múltiples industrias. Una mayor adopción de esta tecnología podría aumentar la productividad en un rango de 0,1% a 0,6% en las próximas dos décadas. Las industrias bancarias, de alta tecnología y ciencias de la vida son algunas de las que podrían experimentar los mayores impactos de la IA generativa en términos de sus ingresos totales.

Este panorama nos plantea una cuestión clave: el impacto de la IA generativa en la fuerza laboral, especialmente entre los trabajadores del conocimiento que reciben salarios altos, desafía las nociones anteriores sobre la automatización. A diferencia de las tecnologías anteriores que afectaron principalmente a los empleos de salarios más bajos, la IA generativa se centra en tareas cognitivas, lo que pone en mayor vulnerabilidad a los roles de salarios más altos, según McKinsey. Las economías desarrolladas experimentarán una automatización más rápida, lo que afectará principalmente al trabajo de cuello blanco. Ante esta situación, el informe de McKinsey enfatiza la necesidad de apoyar a los trabajadores para adquirir nuevas habilidades y hacer la transición a empleos diferentes.

La adopción de la IA generativa tiene el potencial de revolucionar la forma en que las empresas operan y brindan servicios a sus clientes. Los chatbots, como ChatGPT, ya están demostrando su valía en áreas como el marketing y la atención al cliente, al proporcionar respuestas precisas y personalizadas en tiempo real. Sin embargo, es importante reconocer que esta tecnología no reemplazará por completo a los trabajadores humanos, sino que les permitirá centrarse en tareas de mayor valor añadido y creatividad. La IA generativa puede liberar a los empleados de tareas rutinarias y repetitivas, permitiéndoles utilizar su experiencia y habilidades en proyectos estratégicos y de mayor impacto.

Es fundamental que las empresas y los responsables de la toma de decisiones comprendan el impacto potencial de la IA generativa en sus industrias y se preparen para abrazarla de manera efectiva. Esto implica invertir en la capacitación y el desarrollo de habilidades de los trabajadores, así como en la implementación de sistemas y políticas que fomenten una transición justa hacia este nuevo paradigma laboral. Además, es esencial que los gobiernos y las instituciones educativas colaboren estrechamente para garantizar que los trabajadores tengan acceso a programas de formación y reconversión profesional que les permitan adaptarse a los cambios tecnológicos.

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Os compartimos el estudio de McKinsey: